23.2.08

una vez

Pareciera que la tornamesa en la que damos vueltas ya llegó a los zurcos silenciosos, las vidas interesantes eran tracks de hace mucho. Los leds de la euforia reventaron mis bocinas freudianas y solo quería que el mosh pit me rompiera un brazo, sacara los dientes o me tirara a los pies de una mujer.

Sigo indignado de esto, nací veinticinco años tarde. Y aunque el glam esté de vuelta y gold sea el new black. He definido que las mujeres con deficiencias sentimentales crasas y hondas heridas en el cerebro emocional reflejadas en un arrecife de metales, todos encarnados en la piel, caminos de ira trazados con delineador negro son las que más me atraen. Black will always be the new black.

No comments: