Ya se ha hablado en éste espacio de cómo a una corta edad, me siento a veces poco más viejo que Johnny Cash. Y he de obviar que canto hasta desgañitarme la garganta esa canción de los Smiths que va algo así como por favor, por favor, por favor, déjame asir eso que nunca he logrado, y aún más ese verso de JD que pide que recordemos cuando eramos jóvenes, hace mucho que no me siento de mi edad. Y la vejez antes de los veinte no va por buen camino. No soy muy fan de los shows tipo Sony, de hecho no lo sería de no ser porque estando en casa de un amigo de reojo vi a la mujer con la que me quiero casar.
Pensaba yo en que tan mal (sé honesto, que tan peor) jugué hoy al futbol después de muy poca actividad en casi un mes cuando en una mirada, un segundo. . . en un segundo se desploman edificios, matan gente, nacen niños, mueren viejos (mueren también los jóvenes, for that matter), pero en ese segundo de hoy sentí que tenía de nuevo dieciocho años. Momento, tengo dieciocho años, el punto es que acabe abrazando la televisión al ver a Nicole.
Primero fué Sarah Patterson, luego Jena Malone, después Rachel McAdams se ganó el puesto. Y creo que ella reúne lo mejor de las anteriores y al final cada quien decide imagina qué chocolate quiere derretir en su mano (y en su boca).
Y hoy, la vida me regaló verla, en directo desde alún lugar de E.E.U.U.A.A. y aún no se que decir. Sólo que durante una hora dejé de respirar.
| 'Beauty is truth, truth beauty,—that is all | |
| Ye know on earth, and all ye need to know.' -John Keats |
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