23.4.07

ME ...::Angel::...

Bueno, una vez en una reunión, el ahora procónsul Elvetius refirió su miedo a los pasillos como el reminiscente a la experiencia estética de ver The Shining.

"Eso, eso sí que era pánico" decía Elvetius mientras nos contaba sobre los pasillos de su edificio y la verdad es que hasta ayer me acerqué a la experiencia . . .

Como cada domingo, me fuí a la Cienetca a ver una película, y estaba El Ángel Exterminador de Luis Buñuel. Después de un par de apagones en la sala y pequeños detalles de sonido que se arreglaron como a los diez minutos la película me cautivó. Hay una reunión de sociedad donde lo mismo conviven francmasones, un director de orquesta, un prominente médico entre otros. La servidumbre de la casa huye, huye sin saber porqué. La gente que fácilmente hoy reconoceríamos como los Slims, Salinas, Azcárragas et al queda atrapada en una habitación, una barrera ideal, hecha de no más que melancolía intangible. Si no podemos sentir terror ante la situación de la sociedad, sintamosle con ayuda del diablo y de una situación que nosostros mismos sin saberlo hemos provocado; una pieza de Paradisi, un convaleciente, la noche. Los pensamientos son los revinientes porque en el tedio del encierro, todo ya ha sido meditado más de una vez.

Una Iglesia con sus fieles que se deja arropar por el angustioso encanto del que sólo se sobrevive con paciencia. No lo podían creer mis ojos.

Al terminar la película un dolor oprimió mi pecho, en realidad no sabía si sería posible salir de la sala, y. . .¿Si no?

Salí, y afuera había una feria, la que hace el pueblo de Xoco cada año. Mientras salía de cada umbral me reía hilarante y pensaba que podría ser el último, no sé, talvez pase un rato
antes de que se me quite esta angustia para salir de los cuartos.

Gracias al Angel Exterminador estoy encerrado en mi cuarto, pensando en él. . .

1 comment:

Anonymous said...

asi es george yo tambien senti eso hace poco pero en el tianguis de afuera del metro tacuba, eran cerca de mas 10 de la noche y los puestos ya se habian retirado pero seguían ahi los montones de fierros marcando pasillos obscuros, en la noche, lugar desconocido para mi, a la salida del metro, iba con mi hermana y los dos caminabamos mas rapido cada paso para llegar a un puente que nos aseguraria al menos que viviriamos al menos un poco mas... tambien me reía.. me daba risa porque habiamos elegido ese camino para llegar mas temprano a casa porque mi hermana queria ver un programa y ahora no solo no ibamos a llegar mas temprano sino que corriamos el riesgo de no llegar nunca..
bueno demasiado largo para un comentario..
gracias por la foto.
nos vemos en la escuela