Regreso a clases. Mi mochila contiene unos LP's que me prestaron, cómics del hombre araña (por si acaso), el libro que me prestaron que estaba perdido en mi escritorio, un cuaderno (también por si acaso), dos bolígrafos. Han sido unas largas vacaciones, en una de esas y ni se acababan. Ahí nomás que desayuné a las once unas sobrinas de la comida de la semana pasada, jugo y estoy muy placenteramente escuchando a Bowie y burlándome de mi cuate de medicina y su esclavitud.
Estas vacaciones me sirvieron para. . .
nada, no soy mas sabio. Sigo igual de orate. Espero acabar dos poemas que nisiquiera he empezado. Será en Cultura Europea que me enfrente a las hojas en blanco. . .
Here I come!
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